Un mal momento

A petición de una mujer muy especial
uno de mis textos antiguos
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UN MAL MOMENTO

A veces pretendo que nadie se entere de lo que hago, mantenerlo oculto para siempre y que todo el mundo se haga sordo y ciego, para que así, no tengan que verme y sentirme haciendo lo que hago.

Hoy pasó mi madre frente a mi, por surte no me reconoció, y es que cómo me iba a reconocer en esta facha, ¡si estoy disfrazado como un payaso! Lo único que me falta es la nariz y hacer reír a la gente... pero que se le va hacer, eso no está hecho para mi.

Aquí viene un cliente, espero que esta vez si me toque, ya que hace como dos días que no le pego al palo y necesito llevar plata pa’ la casa. Se ve de lejos que quizá pueda requerir mi servicio, agotado se ve el hombre. Ya, me decidí,¡ voy a interceptarlo!

─ Hola huachito, 10 luca la media hora y podí hacer lo que queraí conmigo, si yo me dejo llevar como el ...viento.

Nunca en mi vida había sentido el frío que estoy sintiendo, mis piernas titubean y a duras penas me puedo sostener en pie, mi corazón pareciera que fuera a estallar. Por momentos creo que voy a desfallecer, mi sangre helada ya se encuentra y con dificultad pasa por entre mis venas, pero mi poco orgullo que me va quedando hace que me quede en pie y pueda contener el llanto.

Una lágrima roda por mi mejilla y
una risa nerviosa sale de los labios de mi padre.